sábado, 6 de febrero de 2016

Alcaldes de Talaigua


Alcaldes de Talaigua
La vida jurídica del Municipio se inició el 1º de enero de 1985. Ante la inminencia del nombramiento del alcalde por parte del gobernador, sus habitantes, orientados por quienes habían estado al frente del Comité Pro-Municipio, organizaron una reunión en la Plaza “Santander” para escoger el nombre de la persona que debería ocupar tan alta dignidad. Se barajaron varios, teniendo en cuenta el papel que habían jugado en la heroica gesta, y sonaron entre otros Alfonso Herrera Urbina, Fanor Martínez Panza, Ramón Oliveros, Víctor Raúl Martínez, Juan Matute, Alfredo de la Peña, Driwaldo Camelo Lascarro y José Canedo, entre otros.
Realizada la votación a viva voz por los allí presentes, se eligió como candidato único a ocupar el cargo de primer alcalde del recién creado municipio al profesional del derecho Driwaldo Camelo Lascarro, quien a la postre, con el apoyo del movimiento Faciolincista, sería ratificado por el entonces gobernador, doctor Arturo Matson Figueroa.
El 1 de enero de 1985 comenzó la vida jurídica de Talaigua Nuevo como municipio del Departamento de Bolívar. Driwaldo Camelo Lascarro acondicionó el edificio de la Inspección Central. En ese mismo lugar estuvo la administración de don Mamerto Quevedo unos meses, hasta que se trasladó al antiguo Puesto de Salud, ubicado frente a Escuela Rural de Varones y que había sido abandonado, debido a que durante los meses de octubre a diciembre a causa de las últimas crecientes se había inundado y la edificación se encontraba deteriorada. Sin embargo, allí se instaló la administración, donde años después se construiría el Palacio de la Taruya.
Es muy importante decir, que la vida de Talaigua como municipio, no solo trajo beneficios para la comunidad, sino también el nacimiento de una nueva clase política que a medida que iban pasando los años se fue burocratizando y aferrando al poder, hasta oxidarlo y convertir sus recursos en una especie de caja menor del alcalde de turno en el que participan sus adláteres, allegado, familiares y parientes.

A pesar de que mediante un acuerdo suscrito por quienes estuvieron al frente de la gesta emancipadora, tanto en Cartagena como en Talaigua, en la que se hizo un “pacto de caballeros” de no heredar las costumbres perniciosas de la administración de Mompox, esta ha sido la conducta de los alcaldes y concejales. Esa situación de desmedro de las propias arcas del Municipio ha puesto en la picota pública a varios burgomaestres que han sido suspendidos y sancionados por los organismos de control de la administración pública.

domingo, 18 de diciembre de 2011

LAS FAROTAS


Mito y realidad
de una investigación folclórica
Por Joce G. Daniels G. 

a  Gabriel Panzza, Florencio Jiménez,
Miguel Castaño, Tránsito Noche, Ramón Pelotas,
Enrique Rabelo, Víctor Núñez, Julio Ribón,
 Marcial Russo,  Mañe Joaquín Matute
y a mi ahijado Oscar Panzza Lobo, los más consagrados y
eminentes bailadores de Farotas del Mundo

Las Farotas[1] no es una danza indígena, malibú o chimila, pocabuy[2]  o zondagua,  como algunas personas de Talaigua[3], la región y del país lo pregonan, tampoco es un baile africano o una mezcla triétnica, mulata o mestiza, sino que es un baile típico de romanís1 o gitanos andariegos, que llegaron con la España invasora a esta parte del continente, más específicamente a la Provincia de Mompox, cuando apenas asomaban en los tiempos de la República las ideas libertarias granadinas.
Surgió a mediados  del siglo XIX como una manera de participar en las ferias y en los carnavales  que se celebraban en la ciudad Valerosa y que agrupaba a los descendientes de españoles, franceses, italianos, libaneses  y alemanes que trabajaban en la Hacienda de la Esmeralda, un hato exclusivo para la cría de ganado de exportación a Cuba y otras islas de las Antillas, y famosa por los cítricos, especialmente naranjas a donde iba regularmente los fines de semana a holgar la famosa Marquesa de Torrehoyos, descendiente del Marqués de Santa Coa.
La danza de las Farotas, que es una de las más premiadas y admiradas en el país por su originalidad, solo existe en Talaigua e inexplicablemente no se ha extendido como otras tradiciones  y otras leyendas y costumbre a lo largo del río, muy a pesar de los intentos de folcloristas de otras regiones del territorio nacional que han tratado de montarla a como dé lugar.
En nuestro país, sus orígenes se encuentran entre los antiguos habitantes de las poblaciones de San Fernando, Margarita, Hatillo de Loba, Menchiquejo, Guataca y Sandoval, que asimilaron una de las muchas danzas de los gitanos que trabajaban en La Esmeralda y que periódicamente, en tiempos de ferias de la Candelaria, carnavales y la Cruz de Mayo se  presentaban en El Banco, la ciudad imperio de la Cumbia y Mompox, conocida también como Ciudad Valerosa.
De esas poblaciones se fue extendiendo y según documentos, relatos y testimonios de la época, la danza fue conocida en otras poblaciones de la región y la asimilaron de tal manera que a finales del siglo XIX, en las ferias de la Candelaria en El Banco y de Magangué y en las fiestas de la Independencia de la Provincia de Mompox, se presentaban las Farotas de la Esmeralda junto a otras danzas que reivindicaban las luchas independentistas de los criollos frente a los españoles y las costumbres y tradiciones de los indios y  de los negros.  Hoy en día, poblaciones como Margarita, San Fernando, Hatillo de Loba, Sandoval, Botón de Leiva o Doña Juana, no tienen idea de que fueron ellos quienes le dieron el nombre a una danza que se encuentra en las raíces y entrañas de Talaigua Nuevo y que por esas ironías tampoco existe en las otras poblaciones que conforman el Municipio. 
Es importante recordar que con la creación del Instituto Colombiano de Cultura en 1968[4] y  el advenimiento de festivales regionales en la década de los años setenta, que estimulaban el folclor y las tradiciones autóctonas en busca de preservar nuestro acervo cultural,  como el Vallenato, en Valledupar, la Cumbia, en el Banco, la Tambora, en Tamalameque, el Hombre Caimán, en Plato,  el Bullerengue, en Puerto Escondido, la Gaita,  en Ovejas,  las Bandas y Papayeras,  en Sincelejo, el Porro, en San Pelayo, del Petróleo, en Barrancabermeja, el festival de compositores en Magangué y tantos otros que surgieron ante el fenómeno de la Identidad Cultural Nacional, las danzas folclóricas que tradicionalmente se organizaban para tiempos de carnavales, sin otro objetivo que el de alegrarse y regocijarse con  los dioses Baco, Dionisos, Momo y Arlequín, adquieren un nuevo estatus pues su participación en los festivales será lo más esencial.
Se inicia entonces una lucha entre el presente y el pasado, una búsqueda de lo realmente original y lo importado, de lo autóctono y lo foráneo y como muchas fuentes se han perdido o se encuentran extraviadas, se recurre a la tradición oral, a la memoria prodigiosa de los ancianos, de shamanes,  palabreros, gurúes y griots,  cuya inventiva no tiene límites ni fronteras y acomodan según sus apreciaciones, no cómo sucedieron las cosas, sino como ellos consideran que pudieron  suceder.
Y  Talaigua, la tierra de las farotas, los caimanes, la tambora[5] y el chandé,  no iba a ser la excepción. En esa búsqueda del origen divino de la danza, se dijo que su génesis estaba entre los indios malibúes, chimilas, pocabuyes y zondaguas,  además se generó la más grande mentira que ha hecho una excelente carrera: “el indio se viste de mujer para ridiculizar al español porque éste le ha prostituidos sus hembras”.
¿De dónde salió esta mentira? ¿quiénes fueron sus inventores? Las Farotas como grupo Folclórico adquieren su partida de bautismo en el año de 1973, en el II Festival de la Cumbia que se realiza la ciudad de El Banco, en el departamento del Magdalena.  Conjuntamente con mi compadre Fernel José Matute Lobo, el millero encantado, y el sacerdote católico Santiago Bernal, párroco de Talaigua,  en el despacho de la Casa Parroquial nos tocó inventar a la carrera una historia sobre las Farotas, que  la danza debía llevar como carta de presentación a dicho festival. Esa mentira sobre sus orígenes indígenas, veintitrés años después, yo mismo que investigaba sobre dicha tradición, la recibiría de los archivos del Instituto Colombiano de Cultura, firmada como una investigación  exhaustiva realizada por una de las  notables y famosas directoras de la entidad.
Dijimos esa vez que las Farotas era una danza chimila- malibú, cuyo objeto era ridiculizar al español en venganza al ultraje y violación que hacía de las indias, además se parodiaba tanto que se ponía en tela de juicio su hombría y explicábamos paso a paso cada una de las formas de la venganza. Lo cierto fue que ese documento fruto de la improvisación, sin pies ni cabeza, jamás verificado, quizás por el sentimiento antiespañol  que muchos de los aquí presentes aún llevamos en el corazón, fue tan aceptado y metido en el alma que hoy es difícil sacarle a la gente de la tusta que todo lo dicho allí era una mentira generosa.
El documento oficial del Carnaval de Barranquilla, donde la danza tiene un lugar de privilegio el día del Bando, se consigna que las Farotas es “Es una danza burlona donde se muestra la forma que el español tenía para tratar a los indígenas, y, concretamente, a las mujeres”.
En la página que la Fundación BAT tiene en la Internet se lee que  “esta danza representa la estrategia que utilizaron los indígenas y negros para vengarse de los españoles por el abuso de sus mujeres. Los movimientos son Bruscos ya que son hombres disfrazados de mujeres.
En el dossier de presentación de la candidatura que hizo el Carnaval de Barranquilla, para que la UNESCO lo declarara Patrimonio Intangible de la Humanidad, respecto a las Farotas dicen más falsedades que verdades:
Esta danza es originaria del municipio de Talaigua, zona donde habitaron los indios Chimilas y Farotos. El componente musical juega un papel importante porque es el que genera el juego coreográfico de esta danza, fuertemente influida por el elemento indígena.
Es importante recordar que cuando Colón iniciaba la ola de invasión europea a las territorios del Nuevo Mundo, los territorios de África. Asia y Europa, ya habían vivido muchas guerras y batallas, cientos de pestes y en muchas regiones habían florecido grandes culturas que legaban y trasmitían de generación en generación el acervo que influiría notoriamente en las progenies postreras. Ejemplo de esa influencia de aquellas culturas milenarias, son la leyenda de Francisco el hombre, originada del Mito de Orfeo, y la leyenda del Hombre Caimán, originada en el Asno de Oro de Ovidio. Pero quizás el más grande error lo cometen los musicólogos vallenatos, a quienes se les ha dado por decir que los orígenes de esta clase de cantos se encuentran en los Cantos de Vaquería, confundiendo  los Cantos de Vaqueira, de los poetas agrestes de la España medioeval, que se caracterizaban porque, como los juglares, trovadores, scop escoceses y messenger alemanes, cantaban las tradiciones, las costumbres y valores de aquellos tiempos.
A Talaigua la llevó señor Domingo Galindo, un veterano de la Guerra de los Mil Días que llegó desde San Fernando con el pecho lleno de medallas y de cicatrices, quien organizó el primer grupo de faroteros que se mantuvo durante mucho tiempo, hasta cuando aparecieron personajes de la talla de Florencio Jiménez, Bonato Padilla, Tránsito Noche, Miguel Castaño y Gabriel Panzza que marcaron una época gloriosa para la danza.
En los últimos tiempos bailadores de la talla de Oscar Mancera, Manuel Joaquín Matute, Víctor “Elmello” Núñez, Humberto Hernández, Ramón Pelotas, Chencho Ramos, Heriberto Montero, Hernán Padilla, Agapito Quevedo y Fernel Matute, han logrado cimentar el prestigio que hoy tiene en el ámbito nacional.
El desconocimiento y la falta de investigación de nuestra historia, nos lleva muchas veces a inventar como fue el caso del compositor Adolfo Pacheco, autor de canciones famosas como El Mochuelo y la Hamaca Grande, que en una de sus composiciones habla de los indios farotos de San Jacinto. En aquella tierra habitaron los indios de Duanga[6]. Pero cuando le hice la salvedad, solo me dijo:
¡Eche, marica, y ustedes no tienen las indias farotas!
Otro tanto me sucedió con uno de los sabios directores de Telecaribe, el canal regional, cuando le envié el documento que yo había escrito en 1973 y le decía que hiciera la claridad acerca de las Farotas. Solo me dijo:
¡No seas pendejo, a la gente le gusta el morbo!
Farota  es una palabra árabe, etimológicamente significa “mujer charlatana y mentirosa” o “mujer descarada y sin juicio”. La danza nace de la unión del fandango2 y las soleares3, fiestas flamencas de origen romanís que posiblemente llegaron  a América a finales del siglo XVII, después de pasar por Portugal, Extremadura, Andalucía y el País Vasco[7].
En su forma moderna, la danza la ejecutan, trece personas, seis parejas, guiados por la mama, que como en las antiguas gestas guerreras lleva la bandera, el lábaro o el estandarte que identifica y lidera el grupo. Como los gitanos, son hombres con el indumento propio de los antiguos y algunos grupos modernos romanís, faldas grandes y anchas de flores abigarradas, blusas con llamativos encajes y adornos en el cuello de vistosos colores, con una gola de lentejuelas, el sombrero como el de los campesinos europeos, aplanado de un lado y lleno de flores y rosas, con aretes como los antiguos piratas, los labios pintados y todo el ajuar propio de los gitanos.
A los bailadores de la danza se les dio por darle un nombre a cada forma de lucha, a la manera de presentarse y de acuerdo con el ritmo musical del millo, la gaita, el clarinete, las marcas y la tambora, éstas se denominan:
Perillero, son cuatro variaciones estratégicas de la guerra, se avanza moviendo los pies en silencio, una pareja detrás de otra, siguiendo el ritmo de la persona que lleva el estandarte.
La trenza, es  la forma de salir a la lucha de frente, el tranco es largo, la vista fija al frente, sin dar  treguas al enemigo, eludiéndose entre sí, en la danza, como en la guerra.
Sombrilleo, el farotero como el andaluz, abre la sombrilla y danza, como en la guerra, es el escudo que lo protege, pero lleva la lanza para luchar de frente, eludiendo al enemigo.
Faroteo, es la danza del enfrentamiento singular, de un lado a otro, aquí y allá, gritando, como en la danza, como en la guerra, con trancos largos, metiéndose uno entre otro, sudando, luchando y bailando.
Y por último el Saludo, después de la lucha, el vencedor y el vencido, ganadores y perdedores, se dan la mano en una tregua, como en la danza, como en la guerra.
He ahí su originalidad. No es una danza ritual, tampoco es una danza amorosa. Nadie vocifera, todos siguen un orden, meciéndose de un lado a otro, siguiendo el ritmo del millo y el tambor, unas veces agrupándose y otras abriéndose en abanicos, danzando y luchando hasta llegar a un paroxismo frenético y extraordinario, como en la lucha, como en la guerra.
Es dable decir, que a la par de las Farotas, florecieron otras danzas, eso si típicas de la región, pero con marcada influencia española por las bulerías4 y las alegrías5, que son cantos flamencos con coplas  de tres o cuatro versos octosílabos. Entre esas están las Artesanas, la Conquista, los Coyongos, los Goleros, el Pacopaco, el Caimán, los Negritos, las Hilanderas que se presentaban en los carnavales locales y regionales y donde no faltaba la princesa india que era robada por el blanco, reviviendo de esta manera las leyendas de la Malinche, Nueva España, Yngermina en el Caribe, Miranda en el Río de la Plata y Pocahontas en Nueva Inglaterra.
Mucha gente piensa que lo admirable de esta danza considerada como una de las más auténticas del país, representativa de una de las regiones más abandonadas del Caribe, es que se haya sostenido a lo largo de casi un siglo y sigan sus personajes  vistiéndose con hopalandas de vistosos colores, blusones y candongos y el maquillaje propio de las gitanas, de las chismosas, de las Farotas.
Quiero anotar que la danza, no por las mentiras que se han dicho, sino por extraordinaria participación en el Carnaval de Barranquilla, es reconocida por la UNESCO como Patrimonio Intangible de la Humanidad.
He aquí el mito y la realidad de una investigación folclórica, basada en una creación vulgar, en un documento fraudulento, pero que es el fundamento y la carta de presentación de las Farotas, el grupo de danzas de Talaigua Nuevo, la tierra de los caimanes, la tambora y el chandé.


[1] Nota publicada en El Tiempo Caribe, en la página 2, de la edición del sábado 8 de febrero de 1997.
[2] I Congreso Nacional e Internacional del Folclor “Del hecho folclórico a la puesta en escena”, realizado en el Palacio de la Inquisición de Cartagena de Indias, 7 al 9 de octubre de 2009.
[3] Talaigua, Taligua o Talaigua: nombre del cacique cuyo territorio le fue asignado a Pedro de Heredia Avalos en el repartimiento de tierras en 1541. Juan Friede. Documentos Inéditos para la Historia de Colombia. Tomo V.
1 Gitanos o Romanís, pueblo nómada con una herencia biológica, cultural y lingüística común, actualmente disperso en pequeños grupos por todo el mundo. Los gitanos llevaban en Europa más de 500 años, pero fue a finales del siglo XVIII cuando se logró saber que provenían del noroeste de la India, al descubrirse la relación entre su lengua, la romaní, y las lenguas indoeuropeas de esa región.
[4] Fue el último que se creó en Latinoamérica, por presión que hizo la UNESCO al gobierno de Lleras Restreo.
[5] Instrumento musical de percusión. Más grade que la caja y con cuero en ambos lados. Así llamán los habitantes de la región de Loba, San Martín, Hatillo, Barranco y otros pueblos del sur de Bolívar el baile Cantao. En talaigua se le denomina al baile cantao Chandé.
[6] De allí que el nombre que le endilgó don Antonio de la Torre y Miranda, el refundador, fue San Jacinto de Duanga. Antonio de la Torre y Miranda. Informe al rey de España. 1775.
2 Fandango, danza española cantada, de ritmo ternario al compás de  3/4 o de ½ y movimiento vivo, que se ejecuta en pareja acompañada de guitarras y castañuelas. Se la conoce desde el siglo XVII, época en la que tenía un tiempo bastante más lento, extendiéndose su influencia desde Andalucía y Extremadura a Asturias y el País Vasco, lo mismo que al Levante peninsular, Portugal y América. Existen las variantes regionales o locales del fandango, que reciben una denominación toponímica: murcianas, malagueña, rondeña, granaínas, cartageneras, tarantas, verdiales o bandolás. Todas ellas están emparentadas con la seguidilla castellana y el bolero.
3 Soleares (en singular soleá, variación andaluza de la palabra soledad), canción y danza popular propia de la baja Andalucía española, con raíces sevillanas, jerezanas y de Alcalá de Guadaira. Su ritmo es ternario en la escala andaluza de mi, con introducción guitarrística y estrofa de tres versos octosílabos con asonancia el primero con el tercero. Parece ser que es una derivación de los antiguos jaleos, un cante para bailar ya extinguido. Su principal característica es la variedad, que reside en su misma esencia, siendo el más flexible de los cantes.
[7]  PEDRO SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones Historiales de Mompox. 1ª edición. S/f. Página 132.
4 Bulerías, cante flamenco con copla de tres a cuatro versos octosílabos. En ocasiones se utiliza como remate de otros cantes, en especial de las soleares, y hoy día se ha convertido en una pieza obligada en el repertorio de todos los cantaores. Tiene un ritmo rápido, en compás ternario, distribuido en fragmentos de ocho compases. Constituye la base de toda fiesta flamenca. Directas herederas de las soleares, las bulerías son un cante creado fundamentalmente para bailar. Existe una gran variedad, siendo muy conocidas las bulerías al golpe o para cantar. El baile por bulerías admite todas las improvisaciones que se le ocurran al intérprete si sabe seguir el compás. Su origen se sitúa, casi con seguridad, en el jaleo o canción jaleada propia de la danza festiva.
5 Alegrías, cante flamenco con copla, por lo general de cuatro versos octosílabos, que pertenece al grupo de las cantiñas. Se trata de una melodía de carácter festivo destinada a la danza. Su cómputo rítmico es igual que el de las soleares, pero más ligero, más vivo.



jueves, 23 de octubre de 2008

FIESTAS PATRONALES

16 de Agosto Fiesta de San Roque

Tradicionalmente las fiestas de San Roque, el patrono del pueblo, se celebran durante cuatro o cinco días de completo jolgorio, y aún hoy en día son de dos clases: las fiestas religiosas y las fiestas profanas. Que se inician el 15, día del Tránsito y se extienden hasta el 19 de agosto.
Antiguamente, cuando el pueblo no era Municipio, la misma comunidad, reunida en el “Parque Santander” por unanimidad elegía una Junta de Fiestas, que la integraban las personas más notables y pudientes del pueblo que se encargaba de la organización, realización y ejecución de todas las actividades, tanto religiosas como profanas.
Generalmente la Junta comenzaba a trabajar tres o cuatro meses antes y era apoyada por Comités que se encargaban de conseguir fondos, invitar las colonias de residente en otras regiones y a la gente de los pueblos vecinos, publicitar y realizar las diligencias necesarias para garantizar el éxito de la misma.
Las Fiestas Religiosas, como ha sido costumbre en el último medio siglo, se inician con la alborada musical, que es un recorrido que tradicionalmente hace la banda de música por las principales calles de la población a partir de las cinco de la mañana. La gente sale a las calles y acompaña a los músicos, a la vez que se lanzan voladores y bombas para despertar a la comunidad. Durante muchos años, la persona que jalonó y dirigió la Alborada Musical fue don Vicente Panzza, quien le imprimía alegría y entusiasmo al recorrido. Él iba adelante blandiendo con júbilo y satisfacción el pabellón nacional. Después de la Alborada, se realiza la Misa de San Roque, con toda clase de pompas y solemnidades.

miércoles, 22 de octubre de 2008

ORDENANZA No. 010

Ordenanza No. 10
“Por la cual se crea el Municipio de Talaigua Nuevo y se dan unas
autorizaciones al Gobierno Departamental”
LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL DE BOLÍVAR
en uso de sus facultades legales y en especial las conferidas por la Ley 14 de 1969
O R D E N A
Artículo Primero.- Créase el Municipio de Talaigua Nuevo[1], segregado del Municipio de Mompox, y cuyo territorio se integra así: Talaigua Nuevo, Cabecera Municipal: los corregimientos de Talaigua Viejo, El Vesubio, La Ladera, El Peñón, Patico, El Porvenir, Punta de Cartagena, La Peña, San Javier, San Francisco de Loba, Caño Hondo, El Limón, y las veredas de Los Mangos, Las Marías, Cicuco, Campo Sereno, Rastrojos y Pan de Azúcar.
Artículo Segundo.- La extensión del Municipio de Talaigua Nuevo es de 310 Kms², y su jurisdicción para las distintas ramas de la administración pública, alcanzará hasta los límites exteriores del conjunto de los corregimientos.
Artículo Tercero.- El Gobierno Departamental dictará todas las medidas administrativas y fiscales indispensables para el funcionamiento del nuevo Municipio.
Artículo Cuarto.- El nuevo Municipio contribuirá al pago de las deudas que en la actualidad graviten sobre el Municipio de Mompox, con excepción de las provenientes de los establecimientos públicos urbanos como acueducto, energía eléctrica, alcantarillado, pavimentación, etc. Para tales fines, la proporción o contribución del nuevo Municipio será de una tercera (1/3) de las deudas no exceptuadas.
Artículo Quinto.- De no existir partidas presupuestales, en el momento de la vigencia de esta Ordenanza, facúltese al Gobierno Departamental para hacer las operaciones contables y traslados de rigor.
Artículo Sexto.- Copias de esta Ordenanza se enviará a los Ministros de Gobierno, Hacienda, Justicia, Comunicaciones, Agricultura y Obras Públicas, al registrador Nacional del Estado Civil; a los directores de DANE e Instituto Geográfico “Agustín Codazzi”, al Tribunal Superior de Cartagena y al Gobernador del Departamento para fines legales correspondientes.
Artículo Séptimo.- Esta Ordenanza rige desde su Sanción.

Dada en Cartagena, a los veintidós (22) días del mes de noviembre de 1984.

Alejandro Arrázola Carrasquilla
Presidente
Guillermo O’eding Arroyo
Secretario
El suscrito Secretario General de la
Honorable Asamblea Departamental de Bolívar
C E R T I F I C A
Que el actual proyecto de Ordenanza sufrió sus tres (3) debates reglamentarios durante las sesiones ordinarias de los días 14, 20 y 21 de noviembre de mil novecientos ochenta y cuatro (1984), siendo aprobado por los votos de los Diputados asistentes a ellas.
Guillermo O’eding ArroyoSecretario
Gobernación del Departamento de Bolívar
Cartagena 27 de noviembre de 1984
Arturo Matson Figueroa
Gobernador
Edmundo Félix Pérez
Secretario de Gobierno

Cultura y Folclor en el Municipio

Monografías sobre el municipio

La Monografía del Municipio y libro de consulta es “Historia, leyendas y tradiciones de Talaigua”, del escritor Joce G. Daniels G., publicado en el año de 1997 y que estádivido en cuatro partes: Prehstoria e Historia. La Cultura, los Valores, la Creación del Municipio y los tiempos modernos. De acuerdo con lo dice el investigador, los orígenes de Talaigua se remontan al año de 1541 cuando l Repartimiento de Tierras de la Provincia de Cartagena. Por lo tanto fue resguardo, encomienda, pueblo, distto y corregimiento.

Biblioteca

Además de la Biblioteca Pública Municipal “MARÍA JUDITH TURIZZO”, que funciona en Casa de la Cultura, hay otras en las Instituciones Educativas con buenos y bastantes volúmenes para la consulta.

Consejo de Cultura
El Consejo Municipal está conformado con la participación de todos los actores culturales y artesanos. Influye mucho en las orientaciones y en los procesos culturales que desarrolla el Municipio a través de la Casa de la Cultura.Casa de la Cultura
La Casa de la Cultura “Cacique Talaigua”, fundada en 1992, es una de las instituciones de mayor actividad cultural y folclórica en el Municipio. Además de los talleres sobre artesanía, bordados y danzas sobre farotas, se realizan charlas y conferencias sobre temas anfibios.

Fiestas culturales y Folclóricas
La principal fiesta folclórica y cultural del Municipio es el Festival Internacional de la Cultura Anfibia que se realiza el 16 de julio de cada año.



Instituciones Educativas
Talaigua es uno de los Municipios en que hay buenas Instituciones Educativas que cubren la totalidad de la oferta educativa desde el preescolar hasta la media académica y media vocacional. Las Instituciones, todas de carácter oficial son las siguientes.
Colegio Departamental de Bachillerato de Talaigua.
Colegio de Bachillerato Nocturno Alternativo, de Talaigua Nuevo.
Colegio Departamental de Bachillerato “Tomás Daniels” de Patico.
Colegio Departamental de Bachillerato de El Vesubio
Colegio Departamental de Bachillerato de Talaigua Viejo.


Agrupaciones Folclóricas
Entre las agrupaciones Folclóricas más notables del Municipio están:o Farotas de Talaigua Nuevoo Farotas de Etelvina Turizo, de Talaigua Nuevoo Cantadoras de Chandé, de Talaigua Viejoo Grupo Talaé, de Fulvia Cuello Martínez.

División Político Administrativa

Corregimientos
El Municipio está conformado por Talaigua Nuevo, la cabecera Municipal, donde residen los poderes administrativos y, los corregimientos de Caño Hondo, El Peñón de Durán, El Porvenir, El Vesubio, La Ladera de San Martín, Los Mangos, Patico y Talaigua Viejo.

Relieve

El territorio del municipio es en su mayoría plano, con algunas pequeñas elevaciones, que no alcanzan a los 50 metros de altura, muy propias de la topografía que conforman la llamada “depresión Mompoxina”. Los suelos son bajos lo que crea incertidumbre para el cultivo y sembrado de los campesinos que muchas veces.

Extensión

La extensión territorial del Municipio de Talaigua Nuevo es de 270 kms², estando el 65% conformado por playones y terrenos pantanosos cubierto de aguas de caños y ciénagas, en donde crece una vegetación fresca y agradable que las hacen tierras fértiles para el pasto del ganado vacuno y toda clase de semovientes.

Límites del Municipio


Talaigua Nuevo, está limitado por los siguientes Municipios:
1. Por el Norte, desde el corregimiento de las Mendozas hasta las Bocas de Tacaloa, de por medio el Río Magdalena, con el Municipio de Magangué.

2. Por el Sur, desde el corregimiento del Vesubio, hasta la ciénaga de Caño Hondo, con el Municipio de Mompox.
3. Por el Este, por donde sale el sol, aguas de por medio del Río Magdalena, con el Municipio de Santa Ana.
4. Por el Oeste, limita con el municipio de Cicuco[2], cuya cabecera es la población del mismo nombre, que surgió de la unión de las poblaciones de El Limón y Cartagenita, separadas por el Caño del Violo.